La COP16 celebrada en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, reunió a representantes de 196 países para abordar la implementación del Marco Mundial Kunming-Montreal para la Biodiversidad. Este marco, adoptado en 2022, establece 23 metas con el objetivo de detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030.
Durante la cumbre, se enfatizó la necesidad de movilizar recursos para la conservación de la naturaleza. El Fondo del Marco Mundial de Biodiversidad ha recaudado recursos, pero requiere incrementar las inversiones en conservación. Las empresas se refirieron a la importancia de las inversiones y sus compromisos al tiempo que reflexionaron sobre la necesidad de tener incentivos fiscales.
La transformación de los sistemas agroalimentarios hace parte de las Estrategias y Planes Nacionales de Biodiversidad (NBSAP). El modelo actual de producción alimentaria y de economía lineal están rompiendo los lazos con la biodiversidad, resultando en una explotación insostenible de los recursos finitos y llegando al borde de los límites planetarios.
Por lo anterior, la relación entre el cambio climático y la producción agroalimentaria exige incluir el cuidado de la biodiversidad en las prácticas agrícolas para garantizar los servicios ecosistémicos sin descuidar la seguridad alimentaria. Una forma de adaptación al cambio climático se logra mediante el cuidado de la naturaleza y la preservación de la biodiversidad, pues un ecosistema sano, fuerte y resiliente, puede ajustarse y soportar mejor los eventos metereológicos más extremos.
En respuesta a esa necesidad expuesta, Colombia presentó su Plan de Acción por la Biodiversidad 2030, que incluye seis objetivos nacionales y 191 metas específicas alineadas con el marco global. El Plan requiere de inversiones y destaca el compromiso del país con la protección de biodiversidad.
Otro tema central de la COP16 fue la discusión sobre la información de secuencias digitales (DSI) de recursos genéticos. Colombia se refirió a mecanismos que aseguren una distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de DSI, especialmente para las comunidades locales y países megadiversos.
La participación activa de comunidades indígenas y afrodescendientes fue fundamental en las deliberaciones, como guardianas de conocimientos ancestrales las comunidades fueron clave para la toma de decisiones globales y para formular estrategias que articulen las necesidades locales con los compromisos nacionales.
Con un enfoque articulador la COP 16 fomentó la cooperación entre comunidades, instituciones, el sector privado y las empresas para facilita la transición hacia sistemas productivos más sostenibles. La COP16 enfatizó que la protección de la naturaleza es fundamental para mitigar el cambio climático y garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras, así que los planes y programas deben permitir trasladar el discurso a la acción, asegurando que la sostenibilidad no sea solo un objetivo, sino una realidad.
Foto tomada de FreePick